Mejor matar al caballo, primera novela de Alejandro Toledo, confronta a dos individuos a través de un medio inusual en nuestra narrativa, el chat. Dos personajes, un hombre y una mujer “maduros”, se encuentran al azar y empiezan una conversación que les sirve a ambos para ventilar, cada quien a su manera, sus pasiones frente a sendas pantallas de una computadora. Un ejercicio de liberación verbal que funciona como un juego de espejos, en primer lugar, y en segundo lugar como un desdoblamiento de la personalidad. En esta novela, el crítico y estudioso de la literatura Alejandro Toledo se descubre como un narrador análogo a sus personajes: el término culto o la expresión correcta le ceden su sitio a la coloquialidad de dos sujetos que no conocen de buenas maneras al estar ante las computadoras. En este libro, Toledo se revela como un narrador de quien habrán de esperarse nuevos y variados frutos en este género de la experimentación narrativa y del lenguaje con el que nuestra literatura hace, contra el aparato de la tradición, un nuevo desplante.