Lobsang Castañeda —como su nombre lo indica— es un escritor atípico. Su libro sobre libros desciende por línea directa de los ensayos de Walter Benjamin sobre bibliotecas. Con prosa ágil, barroca por momentos, erudita e inventiva, Lobsang Castañeda cataloga para nosotros una especie en peligro rutinario de extinción: la de los amantes, los enfermos y los traficantes de libros. Da gusto encontrar a un escritor inteligente y aislado que no transa con la mediocridad —o la incapacidad neta— de hipotéticos lectores. Da gusto encontrar una pieza que renueva el engranaje de la tradición y el idioma.
– Gabriel Bernal Granados
“La lectura nos lleva al libro y el libro a la lectura. Sin libro no hay lectura porque el libro es el mundo. Lectura es libro. Libro es lectura. Libro es mundo. La lectura lee en el libro del mundo, es decir, en el libro del libro. Mundo, libro y lectura se complementan.”
[Los habitantes del libro, p. 93]