Compleja y delicada, la poesía de Forrest Gander arraiga en la tierra (su materia y sus lugares) y se nutre a través de los lazos que tiende hacia otras artes (como la fotografía o la danza) así como hacia algunas ciencias (como la geología y la astronomía). Su constante movilidad se despliega como un inusual juego de formas y sentidos, su riqueza de imágenes y vocabulario (de la palabra más rara a la inventada) lleva el lenguaje hasta extremos imprevistos, alterando con una gama de recursos propios toda convención poética. Pero más allá de la dificultad buscada, la escritura de Gander y su juego gráfico hacen de la poesía un instrumento de exploración, que en el cruce de las artes hace surgir formas mixtas en las que se conjugan gestos y lugares bajo una luz que revela (obviamente en sentido fotográfico) una particular visión. Esta luz, sesgada y a veces sombría, transverbera las cosas (piedras o cuerpos) y le permite desarrollar una especie de sentido poético nuevo para hablar de ellas como si las viera a través de un cristal sensible a lo que no se ve pero que el poema hace presente. De modo que las piedras son tan sólo un sugerente nombre y el elusivo pretexto para ver lo que reflejan, y la contemplación de unas fotografías encarna en el poema, bajo esa luz, no sólo el viaje y las imágenes que perduran de él sino lo que entre ellas podría verse. A través de un acercamiento a la belleza extrema de la danza butoh, lejos de toda anécdota y por una suerte de transformación de la palabra en acto, Gander alcanza con Eiko & Koma una visión de la pareja en su interacción con la tierra devastada que, como al margen del sentido, siguiendo las huellas de los pies en el lodo (primera forma de escritura), lo lleva a una escenificación en verso del abrazo primordial en la que cobran un marcado relieve los cuerpos en su primitivo juego de tensiones. Al trasladar al lenguaje poético los movimientos de la danza butoh su escritura se vuelve gestual, resuena en ella, como experiencia inmediata, una cierta animalidad sin palabras, cuya traducción sólo es posible como el seguimiento de esas huellas y de las formas que van tomando. [AD]